En la
película alemana, “La Ola” que alguna vez hablamos, trata de como hoy se puede
dar ciertos fanatismos aun entre los más jóvenes. Comienza con un profesor, Rainer Wenger, que le avisan al
comienzo del año que va a tener que
llevar a delante el seminario de autocracias, es decir, de gobiernos
totalitarios, dictaduras. Él se queja bastante porque es más socialista y no es
lo que más le gusta pero tiene que darlo igual, es su trabajo. Entonces hay una
imagen en la cual está frente al aula hablando con los alumnos, empieza hablar
de lo que fue todo el movimiento nazi y comienza un dialogo con los alumnos,
similar a esto: los alumnos empiezan a decirle la Alemania nazi fue una
porquería hasta yo lo sé, exacto malditos nazis dice otros de los chicos. Y
otro chico dice ya paso, no va a volver a pasar. El profesor les pregunta ¿y
todos los neo nazis que hay? Mira nosotros no podemos echarnos la culpa por lo
que hicieron otros y que no hicimos
nosotros, el profesor le dice no es culpa sino que es parte nuestra historia y
cierta responsabilidad tenemos todos. Otro de los alumnos dice yo soy turco,
como diciendo yo no tengo nada que ver con esto, y ya como cansado otro, de los
alumnos dice hablamos de otra cosa como el gobierno de Bush, como poner como
ejemplo. Y el profesor dice no esperen, hemos llegado a un punto interesante, ¿Ustedes
creen que no se puede volver a dar una dictadura como esa?, y los alumnos le
contesta, no de ninguna manera somos mucho más inteligentes ahora.
Me quiero
centra un poquito en esto último, es verdad que tenemos mucho más conocimiento de
las cosas ahora de lo que se tenía antes, la globalización, la comunicación el
que la información llegue más rápido hace que uno tenga más conocimientos. Es más
los últimos estudios dicen que los chicos acceden a la inteligencia mucho más rápido
por las motivaciones, después podríamos discutir otras cosas. Pero eso ha hecho
que como mundo, como sociedad, como familia estemos más unidos, nos queramos más
los unos a los a otros. Ese saber más ha influido en que nos acerquemos, en que
formemos vínculos más sólidos.
Uno mira el
mundo y sigue viendo en los últimos años, aun hoy, discriminaciones muy fuertes,
asesinatos por etnias en distintos países, en distintos lugares, casi como que
va rotando uno podría decir a mí nunca me va a tocar y quien esta exento de
algo así. El mismo papa pidiéndonos, los últimos tiempos, que recemos muy
fuerte por cosas que van pasando, por intolerancias religiosas y por intolerancias
étnicas. Pero no tenemos que irnos tan lejos, podríamos pensar en nuestro país
cuando todavía no ha terminado de sanar ciertas heridas de una época muy dura,
muy difícil, casi nefasta de nuestra historia. Y hoy en día, también podemos
preguntarnos no es tan fácil, en nuestros colegios no pasa nada, no se
discrimina, no se son intolerantes muchas veces con chicos nuevos o diferentes
o distintos. Todo el tema del bullying que cada día crece más y que tenemos que
descubrir a como acercarnos intentar integrar. Como uno desde chiquitos le
tiene que enseñar a los chicos, casi naturalmente a integren a los demás, a que
compartan. Y creo que la experiencia en nuestro país también, donde muchos han
trabajado para que en vez de ver, al que está al lado mío como un hermano, lo
veamos como un enemigo y cada vez nos distanciemos más, nos peleemos más, los
vínculos se rompan. Creo que aun hoy en día vemos muchos signos de enemistades,
de intolerancia, de discriminación.
Y creo que el
principal problema es tener que tener una apertura de corazón. Uno puede romper
con esos esquemas cuando uno aprende a querer más. Hace poco se me acerco una
persona, un joven, muy lastimado por la discriminación que sentía en lo que le
hacían y yo hablando con él me preguntaba cómo podía dolerle menos y yo le
decía mira no hay una forma fácil de aprender esto, lamentablemente no es tan
simple y todos tenemos la experiencia de lo que duele cuando a uno lo dejan de
lado, lo discriminan, lo atacan. Pero si quieres también mira un poquito al
otro lado, y mira a esa persona que es intolerante, que te carga, que te
joroba, y no estamos hablando de pavadas, y casi que se entienda tenele
lástima, porque habla de la pobreza de su corazón. Habla de un corazón pequeño,
de un corazón que no se siente querido, de un corazón que no se siente amado,
por su historia, por su vida, por lo que sea. Porque el amor es lo que incluye.
Cuando yo aprendo amar lo que menos quiero es lastimar al otro, lo que menos
quiero es agredir al otro, y cuando yo agredo, en general, habla de algo esta
pasando en mi vida, hay una herida que no esta cerrada, hay algo que ocurre y
que yo no puedo sanar. Y es por eso que continuamente tenemos que hacer un
aprendizaje, un aprendizaje que es aprender a amar y aprender a incluir a los
otros y esto es constante no es que cuando somos pequeños nos tienen que
enseñar eso, casi que cada uno de nosotros podría mirar que es lo que a mi me toca hoy, donde soy intolerante,
donde no quiero incluir a los demás, a quien es al que miro mal.
El evangelio
de hoy va justamente a esto, y tal vez una representación de lo que decía antes
de lo que como mundo nos cuesta, que es romper divisiones, que es romper límites,
que es aprender a incluir. Este evangelio de Jesús que cuando uno lo escuche
por primera vez casi como que hace ruido, la posición que toma Jesús a uno lo
pone casi como nerviosos, como diciendo
como Jesús no reacciona más rápido frente a lo que está pasando. Para
recordar, esta mujer que grita incesantemente
para que Jesús cure a su hija, es una mujer pagana, cananea, Jesús acaba
de salir de territorio judío. Y los apóstoles hacen como a veces les pasa a los
papás que los vieron cuando los chicos inciten e inciten y entonces uno dice no
sé si tienen razón pero aunque sea por cansancio hacemos lo que vos quieras,
bueno los apóstoles le dicen eso, mira nos cansa con sus gritos, sácanosla de
encima, hace el milagro pero Jesús dice yo no vine para eso, vine para las
ovejas perdidas del pueblo de Israel, mi misión son los judíos. Pero esta mujer
se acerca se postra frente a Jesús, le
pide que lo socorre y Jesús insiste no está bien darle el pan de los hijos a
los cachorros, a los perros, y la mujer le dice hasta los cachorros comen de
las migajas que caen de la mesa. Es impresionante, es la única vez en el
evangelio donde le van a ganar con los
argumentos a Jesús y es una mujer. Búsquenlo, denlo vuelta va a ser la única
vez. Ahí Jesús dice, que grande es tu
fe.
Esto nos trae un problema a nosotros, porque nos hace ruido el
evangelio. Entonces a lo largo de la historia buscamos cómo salir por la tangente,
cómo podemos zafar de este evangelio de Jesús. Entonces se dice, “no, bueno, lo
que pasa es que Jesús le quería enseñar a esta mujer. ¿Enseñar qué? Es una
buena pregunta. ¿Jesús no conoce los corazones? Esto decimos siempre. Además el
evangelio no dice qué le quería enseñar.
Lo que pasa es que en este evangelio Jesús está aprendiendo, está
aprendiendo algo nuevo y eso nos hace un montón de ruido. ¿Cómo puede Jesús
aprender? Porque no sé por qué nos han enseñado así, pero nos han enseñado que
Jesús sabía siempre todo. Perdonando la expresión, como que Jesús se estaba
amamantando de María y que tenía conocimiento de absolutamente todo lo que le
iba a pasar en su vida. Que no tenía que aprender nada. Sin embargo eso es una herejía
porque va en contra de la encarnación. La encarnación justamente habla de que
se encarna Jesús, se limita, elige un límite, elige un cuerpo. Elige un cuerpo
que va a estar en un lugar nada más, en Israel, no va a estar en todos los lugares del mundo. Elige
un cuerpo en el que no puede estar en otras personas. Elige signos con algunos nada
más, hay otros a los que nunca los conoció ni los vio. Y no solo tiene límites
su cuerpo, sino también su mente, es un hombre. Y cuando uno piensa, uno piensa
que Jesús nació y les dijo a María y José, salió de la panza y dijo, hasta acá
llegaron no tienen que ser papá y mamá
no me tienen que enseñar nada. O no se imaginan un Jesús que aprendió, que aprendió a caminar, un Jesús al que le fueron enseñando de su religión, que aprendió el oficio de carpintero mundo. ¿No aprendió un montón de cosas Jesús? ¿Y cuál es el problema? ¿Acaso es negativo aprender? ¿Tenemos que saberlo todo? ¿No demuestra la grandeza de un corazón que va creciendo cuando uno aprende? Y esto es lo que hace Jesús. Y esto es lo que hace en este evangelio, una mujer le enseña a Jesús. ¿Por qué le enseña? Porque Jesús tenía claro cuando empieza su misión que la misión de él es para los judíos. Es lo que nos dice acá “yo vine para las ovejas pérdidas de Israel, no vine para las otras”. Sin embargo cuando empieza a escuchar la fe de esta mujer Jesús se abre a un mundo nuevo que es el mundo pagano. Y lo hace muy rápido, por lo menos por experiencia propia a mí crecer y aprender me cuesta bastante, y tardo bastante y soy cabeza dura.
no me tienen que enseñar nada. O no se imaginan un Jesús que aprendió, que aprendió a caminar, un Jesús al que le fueron enseñando de su religión, que aprendió el oficio de carpintero mundo. ¿No aprendió un montón de cosas Jesús? ¿Y cuál es el problema? ¿Acaso es negativo aprender? ¿Tenemos que saberlo todo? ¿No demuestra la grandeza de un corazón que va creciendo cuando uno aprende? Y esto es lo que hace Jesús. Y esto es lo que hace en este evangelio, una mujer le enseña a Jesús. ¿Por qué le enseña? Porque Jesús tenía claro cuando empieza su misión que la misión de él es para los judíos. Es lo que nos dice acá “yo vine para las ovejas pérdidas de Israel, no vine para las otras”. Sin embargo cuando empieza a escuchar la fe de esta mujer Jesús se abre a un mundo nuevo que es el mundo pagano. Y lo hace muy rápido, por lo menos por experiencia propia a mí crecer y aprender me cuesta bastante, y tardo bastante y soy cabeza dura.
Jesús muestra una rapidez en la que en cuanto lo ve se abre a eso,
bueno ahora toca el territorio pagano, y “¡qué grande que es tu fe!“ , hasta se
admira de lo que está pasando y no solo termina acá, va a ir a Tiro, va a ir a
Sidón va a hacer milagros, va a multiplicar los panes va a mostrar que el don
de Dios es para todos y aun en eso nos enseña a nosotros, todos tenemos que
aprender , todos tenemos que ir agrandando cada día más el corazón e incluir
más a los demás, ese es el camino, esa es la invitación que nos hace a cada uno
de nosotros, porque nosotros somos hijos de esta mujer, somos todos paganos,
salvo que alguno tenga en sus genes raíces judías, no lo sé, somos todos
provenientes del paganismo, somos todos provenientes de este camino que abre
Jesús a través de esta mujer que le pide que el don de Dios sea para todos, y
que Jesús comienza a hacerlo, y que después van a seguir los apóstoles que
aprendieron de Jesús y después nos tocará seguir a nosotros en cada uno de
nuestros lugares y Jesús muestra como siempre hay algo nuevo que supera lo
anterior, y por eso nos pide que la misericordia supere los sacrificios nos
pide que la persona esté siempre por encima de la ley, nos pide que la fe
supere toda de división, raza, ideología totalitarismo y ese es el camino. Y
cuesta aprender eso, siempre cuesta. Ver eso siempre cuesta. Es más fácil
quedarme en mi seguridad de lo que sé que abrirnos a lo nuevo. Pero Jesús me
invita a eso. Anímense a dar un paso más, miren dónde estamos discriminando
dónde somos intolerantes, dónde no formamos puentes, dónde no nos encontramos
con los demás.
Creo que vivimos un tiempo
difícil donde no todos, pero, muchos tienden a derribar puentes. Jesús dice que
la fe es por definición inclusiva, tengo que incluir a los demás. Si no me voy
quedando, es el camino, es casi la exigencia que nos pide Jesús. Cómo irnos
integrando los unos a los otros como ir dando pasos. Y esto es difícil, el
aprendizaje no se hace sin sudor, sin lágrimas sin costarnos muchas cosas. Sin
muchas veces ser rechazados, pero es así el camino que nos pide que nos miren
mal porque nos juntamos con tal que nadie nos mira, porque ayudamos a uno que
lo dejan solo y tenemos miedo de pasar vergüenza, y si no pasamos vergüenza
frente a Jesús que nos pide que seamos ese signo, ahí en ese momento. Si no nos
pasa como en la primera lectura porque el aliento que empieza a hacer Jesús
ya nos lo dice Isaías. Isaías nos dice
que el don de dios es para todos los hombres, para todos pueblos, pero se quedó
en palabras, el pueblo no lo aprendió, el pueblo de Israel no aprendió que eso
era para todos. Y nosotros también nos podemos quedar en palabras porque muchas veces decimos “no, no hay que
discriminar, no, hay que trabajar por la unidad, no son todos buenos, pero no
resiste el test de la experiencia, después en la vida diaria, después nosotros
no lo vivimos. Por eso tenemos que pedirle a Jesús que nos ayude a dar ese
paso, que nos ayude a trabajar en la unidad, la fe tiene que derribar
fronteras. Y no solo le paso eso al pueblo de Israel, nos pasó muchas veces
como Iglesia, nos pasa muchas veces como comunidad, nos pasa también como
familia, nos pasa como sociedad. El camino de Jesús va a ser siempre el otro,
cómo aprender también nosotros a incluir a los demás y que nuestra ve nos lleve
a eso. Creo que en esta semana podemos pedirle a maría ya que es Nuestra señora
de la Unidad que trabaja por la unidad de todos, que nos regale un corazón así, que nos regale un corazón que sepa
llegar al otro, que mire al otro siempre como un hermano, que a través de la fe
sepa descubrir que es un hijo y una hija de dios y que tengo mucho más que me
une de lo que me separa. Pero para eso tengo que pedirle que la fe me regale
ojos nuevos, una manera nueva de mirar una manera nueva de acercarme a los
demás. Pidámosle a María que seguramente acompañó a los apóstoles para que
también vivieran esto, cuando ellos tuvieron que aprender esto esa primera gran
misión a los paganos. Que también nosotros por medio de ella podamos seguir
este camino y a través de la fe llegar a todos.
Lecturas
Is 56,1.6-7
Sal 66,2-3.5.6.8
Ro 11,13-15.29-32
Mt 15,21-28
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