martes, 26 de agosto de 2014

Homilía: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” – XXI domingo durante el año


Hace aproximadamente un año, en esta misa, con este evangelio, donde dice, donde Jesús pregunta “¿Quién dicen ustedes que soy yo?”. No sé si recuerdan pero pasaron algunos de ustedes acá adelante, los que se animaba, cinco o seis, a decir en público quien pensaban que era Jesús, es más la primera chica que paso dijo en casa me matan, me acuerdo, espero que este por acá porque a ver qué fue lo que paso. Y hoy vamos a dar un pasito más que el que dimos la otra vez, con una dinámica que ya alguna vez la hicimos. Yo creo que esta pregunta se la hacen para que ellos compartan quien es Jesús, esto que a veces nos cuesta un poquito, nos cuesta más en algunos ámbitos que estamos un poquito más protegidos, tipo confirmación, (algunos están sufriendo me parece, todavía no dije nada de lo que vamos a hacer) o algún retiro donde uno está un poquito más cubierto. Pero hoy vamos a hacer un ejercicio, entonces lo que los voy a invitar como ya hicimos hace un tiempo con otro tema, que compartan de a dos, que busquen a quien tienen al lado, mejor al que conozcan menos a la persona así lo hacen, y que en pocas palabras se animen a decirle quien es Jesús para ustedes, se animen a compartir así como Jesús le pregunto a Pedro, a ustedes como discípulos de Jesús, quien es Jesús para ustedes.

Bueno. Muy bien, me alegro que tengan tantas cosas para compartir de Jesús, espero que esta dinámica que empezamos acá se extienda y se prolongue en la vida, en lugares que a veces se nos hace muy difícil. Y lo primero que podríamos pensar es cuál es el sentimiento que me genera el compartir a Jesús, tal vez mas allá de que algunos el primer sentimiento sea odiarme después de que dije esto, bueno ¿Qué sentí cuando tuve que compartir a Jesús? Me dio un poquito de vergüenza, no me anime, de pronto preferí quedar callado, me dio alegría, me costó pero después me solté. Bueno podríamos pensar sin juzgarnos, no es para juzgar es para ver que va generando en mi cuando voy compartiendo a Jesús y como me animo a hablar de Jesús.
Porque como les decía antes, esto les pregunta Jesús a sus discípulos primero que dice la gente sobre quien soy, bueno los que no lo conocían tanto dicen que es un profeta, Jesús es un profeta, como Jeremías, como Elías, como Juan el Bautista. Pero después le pregunta a sus apóstoles, aquellos que estaban más cerca ¿Quién dicen ustedes que soy yo? Aquellos que habían pasado más tiempo y que por lo tanto tenían que conocerlo más, y es ahí donde Jesús escucha esa respuesta de Pedro, “Tu eres el Mesías” Mas allá de que como sabemos esa respuesta va a tener que hacer camino, es un evangelio como en dos partes hoy es el primer capítulo, no se pierdan el próximo capítulo el domingo que viene porque esta partido en dos este evangelio y esta la continuación después de esto. Pero Pedro contesta bien “Tú eres el Mesías” ¿Por qué contesta bien? Porque paso más tiempo con Jesús, porque lo conoce más y eso es ineludible, si queremos responder la pregunta de quién es Jesús tenemos que pasar tiempo con Él, tenemos que tomarnos el tiempo, tenemos que animarnos a sentarnos con Jesús, no hay otra forma, no hay otra forma en la vida yo no puedo conocer una persona leyendo un libro, no se lo conoce así a una persona este es el libro de Juan, de Pedro, de María, del Cholo, no. Se lo conoce como compartiendo tiempo, es más, en general hasta nos pasa que hay una tentación intrínseca cuando no conocemos tanto al otro que es hasta prejuzgarlo una primera respuesta y después cuando uno lo conoce más dice ¿Por qué pensaba yo esto de esta persona? Y con Jesús nos puede pasar lo mismo, no negativamente, que tengamos una primera imagen y nos quedemos con algo de Jesús nada más hasta valedero pero que no termina de profundizar en quien es Jesús, no alguien que viene a impartir justicia, alguien que hace milagros, alguien que me hace sentir bien, alguien que me hace feliz en este momento, pero hay un paso más, pero para eso tengo que, como les digo, tomarme un tiempo para estar con Jesús. Después de tomarme un tiempo como hicieron los apóstoles tengo que animarme a compartirlo. Jesús les pregunta bueno quien dice ustedes que soy, que acaso no sabe Jesús lo que está en el corazón de sus discípulos, está haciendo un sondeo a ver qué pasa, yo creo que lo central es que quiere que lo compartan que se animen a decirlo, que se animen hablarlo unos con otros. Y a veces en la vida hablamos de tantas cosas triviales y perdemos el tiempo hablando de un montón de cosas que pasan y ¿compartimos las cosas profundas? Y entre esas cosas profundas, ¿compartimos a Jesús?

Podríamos pensar, ¿Cuántas veces en la mesa de nuestras casas hemos hablado de Jesús? Y no digo pelearnos o discutir por algo, sino compartir quien es Jesús para mí o algo que paso o que viste en este retiro, no se algo que tenga que ver con Jesús, animarnos a compartirlo, obviamente que depende de todos, no depende solamente de uno y eso en distintos lugares, en distintos ámbitos, cuanto me animo en mi hablar diario, semanal, mensual, hablar de Jesús, o queda solo circunscripto a algunos lugares específicos, obviamente me es fácil a mi hablar de Jesús acá delante de ustedes y aparte es lo que esperan, pero si salgo de acá me animo yo en otro espacio a  hablar en otro espacio que sea más duro, más difícil, a mostrar que soy cura. Y lo mismo podría decir con ustedes, ustedes aun es más arduo, más difícil, porque yo estoy vestido así y la gente ya sabe lo que se viene más o menos, pobre. Pero ustedes tienen un montón de ámbitos donde es mucho más difícil y obviamente como muchas veces hemos hablado no es hacer proselitismo, no es salir con una bandera, es compartir la vida, compartir lo que hay en mi corazón y animarme a compartir y hablar de Jesús y a que el otro sepa que es lo que estoy viviendo.

Yo me acuerdo que cuando iba  a la facultad de ingeniería, me vieron con un librito de espiritualidad, religioso y bueno ya obviamente me encasillaron y estábamos hablando y un día salió el tema de la fe y me dicen no, vos sos una persona muy religiosa y todavía no era ni seminarista, creo que no estaba ni próximo a eso y le digo porque decís eso y no bueno porque una vez te vi con esto y me acuerdo que lo único que le dije yo fue “A ver pero yo voy a misa todos los domingos ¿para vos eso es ser muy religioso?” Re me dijo la persona, bueno entonces no le digo todas las otras cosas que hago porque si no va a pensar que soy un fanático, coordinar misionar, bueno muchas cosas que hacía. Bueno pero decía me animo a compartir esto a blanquear  mi situación de fe o tengo que dar ciertos pasos. Cada uno de nosotros podría pensar cual es el que tiene que dar, no me da vergüenza, prefiero no contar, que hiciste ayer, no nada, ¿me da vergüenza decir que fui a misa, rece, fui a misionar, fui a un retiro? No sé lo que fuera, compartir hasta ahí, después veremos cuál es el paso que el otro está preparado para recibir y según el ámbito no será lo mismo y obviamente que hay lugares donde uno no se puede exponer tanto, pero lo que hace Jesús es que los discípulos compartan, fíjense, y seguramente tuvieron muchos sentimientos que diariamente nosotros tenemos. ¿Por qué hablo solamente Pedro? Y porque seguramente alguno diría “huy está bien lo que voy a decir” cuando la pregunta era personal o tal vez les dio vergüenza y ahí el que se animo fue Pedro “Tu eres el Mesías” y ahí recibió esa felicitación de Jesús y creo que es lo mismo para nosotros, animarnos en ponerlo en palabras, animarnos a tomarnos tiempo, podríamos pensar cada uno de nosotros ¿Cuál es el pasito que puedo dar en el tiempo con Jesús? Como puedo rezar un poquito más, como puedo tomarme un poquito más de tiempo intimo con Él en la oración, en la eucaristía, en lo que fuese y no digo grandes cosas, tal vez empezar el día o cuando voy en el tren o en el colectivo rezo un Ave María lo pongo en manos de Jesús, no digo una decena o un rosario, un Ave María poniendo en manos de María este día o lo que fuese, voy confiando en Él, voy poniendo mi vida en Él, voy pasando tiempo. Y poder estudiar teología hacer la licenciatura que si no paso tiempo en esa intimidad con Jesús nunca voy a entender quién es, nunca lo voy a comprender. La verdad de Jesús no la revelan los libros, la revela el encuentro y la fe se hace palabra y se profundiza totalmente en la teología, pero no se puede quitar el encuentro con Jesús en la fe es el piso indispensable para que yo crezca, para que yo vaya cada día conociéndolo más. Después bienvenido sea estudiar todo lo que quiera, conocerlo más también desde ese lugar, pero el conocimiento intimo no lo quita nadie y eso es lo que nos pide Jesús y a partir de ahí podes ser esa piedra donde otros también crezcan en la fe.

Fíjense, a Pedro que es el único que se animó a contestarle le dice “Tu eres Pedro, tu eres piedra y sobre ti voy a edificar mi Iglesia” y uno diría que piedra debe si va a ser un ser humano y todos tenemos la experiencia de lo que Pedro hasta en algunos momentos flaqueo y la respuesta de Pedro hasta no es total porque vamos a ver cómo le cuesta entender lo que es ser Mesías el domingo que viene, pero es sincera, es lo que él descubre en ese momento, eso es lo que necesita Jesús, la va a profundizar muchísimo, y será pastor de la Iglesia, pero en ese momento le dio la respuesta del corazón, esto es lo que me pasa, y a partir de ahí muchos se fueron ensamblando en esa construcción de la cual Pedro es piedra. Y esto lo pide para cada uno de nosotros si nos animamos a vivir y a compartir la fe, sobre nosotros otros van teniendo fe. Acá hay muchos que coordinan, hay muchos que van a coordinar ahora que acaban de hacer la convivencia, bueno van a tener que compartir a Jesús y eso es lo lindo, desde la fe comparto lo que tengo, comparto eso que hice experiencia, me animo a hablar de Jesús. Y esto como les digo en primer lugar lo hacemos acá de a poquito irlo trasladándolo a la vida, porque es la manera de que otro crezca en la fe, porque es la manera de que otro conozca a Jesús, porque es la manera de que en el otro se haga carne este Jesús. Y esta es la doble invitación, por un lado ¿Cómo me voy a alimentando de Jesús? ¿En que espacios y en qué lugares lo voy conociendo cada día más, voy creciendo en esa intimidad? En segundo, a partir que lo voy conociendo ¿Cómo comparto la fe con los demás? A ver lo han hecho un montón los que están acá, supongo que los que son papás han educado a sus hijos en la fe, muchos han coordinado, han misionado, han hecho un montón de cosas, bueno es seguir eso, animarnos  a abrir el circulo, a expandirlo un poquito más. Y hay veces en donde nos es un poquito más arduo, esa es la invitación de Jesús, pero para eso en cada momento tengo que responder esta pregunta y seguramente si a Pedro se la hacíamos en otro momento iba a responder otra cosa, más profunda, mucho más profunda de Jesús. Y nosotros podemos ir haciendo lo mismo siempre en la medida que nos animemos a seguir alimentándonos de Él.

Les hago una invitación, anímense, esta semana, por un lado a responder esta pregunta con Jesús, a mirar en el corazón esto que compartieron con los demás. Y algo de misión, anímense a preguntarle a alguien quien es Jesús para ellos, pero alguien que cueste un poquito no el que me sale más fácil, anímense en esta semana a que sea bueno como vivís la fe, quien es Jesús para vos, a pensar en alguien y preguntarle, que esa pregunta le haga un poquito de ruido en el corazón, que esa pregunta genere algo en ellos, genere por lo menos el preguntarse, en ponerse en camino.

Pidámosle a Jesús, al Mesías, al hijo de Dios, a aquel que hizo de Pedro una piedra, aquel que sobre Pedro edifico su Iglesia, que también nosotros seamos parte de esa construcción y que también  sobre nosotros otros puedan cimentar su fe.

Lecturas
Is 22,19-23
Sal 137,1-2a.2bc-3.6.8bc
Ro 11,33-36
Mt 16,13-20


No hay comentarios:

Publicar un comentario