domingo, 12 de julio de 2009

Homilía: "...porque cuando soy débil, entonces soy fuerte...."

Hace unos años salió una película con Julia Roberts y Susan Sarandon que se llamó “Quédate a mi lado”, que muchos dicen que era una comedia, pero creo que era un drama, más que una comedia; y películas veo bastantes como sabrán. En esa película sucedía que Jackie, el personaje actuado por Susan Sarandon, que era una madre de familia tiene una enfermedad. A medida que va avanzando la película ella va luchando contra esta enfermedad pero sin querer compartirla con los demás. Sin querer decircelo a su familia, a aquellos que quiere y que ama, sin querer preocuparlos, luchando ella sola, buscado como esconderla. Sin embargo, la enfermedad sigue creciendo, no van encontrando la cura, hasta que tiene que ir aceptando lo que le esta pasando; y tiene que ir aceptando también lo que le va a pasar con este cáncer que ella va viviendo.

Y de manera tal vez sorpresiva, porque no le queda otra, en algún momento tiene que contar y compartir con el otro aquello que le pasa, tiene que abrir el corazón y mostrarle esta debilidad, esto que hoy esta viviendo. Pero para esto tuvo que hacer un proceso y un camino en el corazón Primero de aceptar lo que le pasaba, después de aceptar que también el otro era parte de este problema, que lo podía acompañar.

Y pensaba como nos cuesta a todos nosotros muchas veces aceptar nuestras debilidades, aceptar lo que nos cuesta, darnos cuenta que no somos fuerte en todo, y que tenemos muchas cosas en las cuales no solo necesitamos ayuda de los demás sino que muchas veces no podemos. Y no solamente cuando nos toca padecer como a esta mujer una enfermedad, sino también en un montón de cosas A veces de actitudes, de problemas que uno tiene en la vida, de cosas que nos pasan, de maneras de ser, que no terminamos de querer mostrar al otro. De hacernos cargo que estas cosas son parte de nuestra vida, y también de abrirlas a los demás.

Y me quedo resonando mucho esta frase de Pablo que dice al final de la segunda lectura: “porque cuando soy débil soy fuerte”. Yo pensaba ningún político lo va a usar, porque como slogan de campaña es muy malo. Justamente la fortaleza no solo hoy, sino en todo momento a sido el slogan que prevalece. Mostrar como el que es fuerte, el que es mejor, el que gana, el que hace las cosas bien, el que tiene éxito...

Esto influye mucho en que entonces nosotros, todos, la debilidad la queramos dejar de lado; la debilidad no la queremos mostrar, la ocultemos, la dejemos como en un cajón. Nos cueste muchas veces, compartirla con el otro. Sin embargo, Jesús, Pablo, nos invitan a ir haciendo un camino. Yo pensaba, esto lo dice Pablo. Uno piensa en la figura de Pablo y piensa una persona fuerte, una persona que se llevaba todo por delante, una persona que se animaba a casi cualquier cosa, que no le importaba que lo flagelaran que le dijeran que no estaban de acuerdo. Y sin embargo haciendo camino en su corazón, tal vez porque era lo que mas le costaba, tiene que descubrir que el también es débil. Y que el también necesita de los demás; en este caso de Jesús.

Y como también nosotros tenemos que aprender a descubrír como ser fuertes en la debilidad. Y pensaba algunas áreas en base a esto:

La primera de ellas, que debemos descubrir que tenemos cosas que cambiar en esta vida. Que muchas veces hay cosas que no estamos haciendo bien. Maneras de ser que tenemos que evangelizar; maneras de comportarnos que no son las que quisiéramos tener; cosas que hacemos, que decimos, que descubrimos que no son las apropiadas. Y como se nos invita a ser autocríticos.

Cuantas veces descubrimos, por ejemplo, que afuera de casa somos de una manera, y que cuando volvemos a casa tal vez tratamos peor a aquellos que más queremos, aquellos que más cerca de nosotros están Y uno, si es sincero, va descubriendo en el corazón que a veces con aquellos que tiene más cerca, más le cuesta ser de la manera que quisiera. O de la manera que uno busca. Y no sólo en esto, sino podemos pensar en nuestros trabajos, en los lugares donde nos movemos; cuantas cosas descubrimos de nuestra persona que no son las que quisiéramos Lo primero es animarse a descubrirlo. Como también pasa en nuestra relación con Jesús Cuantas veces descubrimos que hay cosas que estamos viviendo, y no queremos; pecados que queremos dejar atrásy no podemos. Para eso tenemos que animarnos a ser autocríticos Para eso tenemos que animarnos a mirar. A escuchar lo que muchas veces otros nos dicen para poder ir cambiando. Y si nos animamos a ser autocríticos , bueno, habremos dado el primer paso. Después vendrá el segundo que muchas veces no es fácil. Perdón, que generalmente no es fácil, que es cambiar. Que es dejar atrás eso. Pero estamos en camino, intentando descubrir que hay cosas que no queremos en nuestra vida.

En segundo lugar, relacionado con esto, pensaba justamente en esas actitudes que terminan hiriendo al otro, que le hacen mal al otro, que empiezan de alguna manera a atacar los vínculos, nuestras relaciones. Y no sólo de parte nuestra sino también de parte de los otros. Cuantas veces nos sentimos heridos, nos sentimos mal, por la actitud que el otro tiene. Cuantas veces nos equivocamos; cuantas veces nos sentimos damnificados por el otro. Pero si nos animamos a creer en el perdón. Si nos animamos a perdonarnos mutuamente, a descubrir que yo necesito perdonar , como necesito ser perdonado... por las veces que hiero, por las veces que actúo mal, por las veces que digo cosas que no tendría que decir. por las veces que no hago o no digo cosas que tendría que hacer o decir... Bueno, eso puede cambiar. Seguramente todos tenemos esa experiencia de que habiéndonos animado a pedir perdón, habiendo sido perdonados, o habiendo perdonado, ahí fuimos mas fuertes. Ahí el vinculo creció. En todos los vínculos, con nuestros padres, son sus hijos, con sus maridos, mujeres; con nuestros amigos, amigas. Animarnos a descubrir que es el perdón el que nos ayuda a ser fuertes aun cuando sentimos que todo se esta desmoronando, aun cuando sentimos que todo se esta cayendo. Salvo que nos quedemos en esa soberbia o en ese orgullo de que nadie puede ser débil. Pero como no conozco a nadie, preséntenmelo cualquier cosa, que no sea débil podemos animarnos a perdonar y a pedir perdón.

Y tercero pensaba justamente esto que tiene que ver con la película. Que muchas veces tenemos enfermedades, a veces alguna más psicológica, otra más física. Que tal vez necesiten algún tratamiento, una terapia. Bueno, también pueden ser sanadas. Si nos animamos a buscar ayuda en aquello que nos pueden ayudar, seguramente, muchas veces saldremos de una manera nueva. Habremos crecido, habremos podido sanar alguna herida, nos habrán curado de algo que padecíamos Y eso nos va a ayudar a caminar de una manera nueva. Es verdad que no siempre esto es así. Porque uno podría decir, bueno, muy fácil pero hay muchas situaciones en la que uno no puede crecer, hay situaciones en las que descubrimos que no encontramos cura o algunas que tardamos mucho, algunas que nos cuesta muchísimo. Sin embargo creo que es ahí mismo donde también Jesús nos dice que si nos animamos a aceptar nuestra debilidad eso va a vivir de una manera distinta.

Me acuerdo una anécdota de hace unos años, cuando recién era sacerdote. Eempezó a venir a charlar conmigo una chica, que se empezó a acompañar espiritualmente. Y estaba ahí con un tema con el novio. Vino un día y me cuenta que había tenido una charla con su novio donde había decidido abrirle el corazón. Entonces le había contado 2 o 3 cosas que le costaban mucho, cosas que la afligían mucho, cosas que eran sus debilidades mas fuertes. Y que casi no había compartido con nadie y se las había querido compartir a él en ese momento del noviazgo.. Y estaba con el típico miedo de que es lo que el otro va a hacer y decir. Pero ella pensó, en este camino yo quiero abrirle el corazón Y que después que ella termino de decir eso, su novio le dijo: “yo me quiero casar con vos” (Esto es para las mujeres) Entonces yo pensaba, como es el corazón humano. Porque cuando ella se mostró más vulnerable que nunca, cuando mostró su debilidad a flor de piel, cuando ella esperaba una reacción negativa del otro, justamente fue la contraria. El novio me conto después, cuando los case, que ahí vio una persona que quería entregarle todo el corazó, una persona que podía serle sincera en todo. En todo lo que vivía, en todo lo que le pasaba. Y descubrí como esa debilidad de ella, transformó en una fortaleza su vinculo. Y ya no importaba si lo podía cambiar o no. A la larga, estos problemas la iban acompañando desde hacía muchos años en su forma y su manera de ser. Sin embargo en esa relación, cuando se animó a confrontar, cambió la vida de los dos. Y creo que esto es lo primero.

Yo ponía el ejemplo hoy de como muchas veces nos cuesta tal vez en nuestras casas, ser como queremos ser. Bueno, animémoslos a compartir eso. Loa padres con sus hijos, los hijos con sus padres. Mira, disculpame pero así no es como yo quiero ser. Yo quiero cambiar esto. Y creo que eso es parte del camino. Animarnos a mostrarnos débiles. Animarnos a mostrar que la debilidad es parte de nuestra vida. Y si nos animamos a compartirla, juntos, ahí viviremos algo distinto. Podemos creer que nunca somos débiles como seria el slogan de esta cultura. Podemos creer que solamente tenemos cosas débiles. Todos tenemos fortalezas y debilidades. Pero tenemos que aprender que si vamos caminando, podemos hacer lo que hace Pablo que descubre que cuando es débil es fuerte. Y creo que el ejemplo mas grande de esto es Jesús.

Cuando Jesús se presenta en Nazaret en su pueblo, la gente se pregunta: “¿este no es acaso el carpintero, el hijo de María?”...

Sí. Esa es la respuesta. Jesús es el carpintero, el hijo de María, el hijo de José. Es un hombre, es débil Dios, ya que en Jesús asumió la debilidad. El problema no es que Dios es débil en Jesús, porque justamente lo es. El problema es que ellos no pudieron transcender eso. El problema es que esa debilidad de Jesús no les dejo profundizar que en ese Jesús había algo mucho más profundo. Y para poder caminar con Dios, para poder caminar con Jesús, tenemos que aprender a aceptar esto.

Dios también es débil muchas veces. Nos lo mostró en Jesús Nos lo muestra mucha veces cuando nosotros quisiéramos decirle porque no es mas todopoderoso. Primero habría que preguntarse quizás que es esa palabra, y habría que preguntarle a Él, porque no hace esto, porque no actúa en tal lugar. Bueno, esa no es la manera de actuar de Dios. Su manera de actuar es mostrar su grandeza, su todopoderoso, regalándonos a nosotros la libertad. Mostrándonos lo que es ser débil y animándonos en eso, a cambiar.

Y para terminar pensaba dos ejemplos de esta semana nomás. La primera de ellas es pasaron las elecciones, y uno, después de lo que paso con las elecciones, a mi no me importa mucho la política me importa mas el fútbol y la teología, y pensaba como uno esperaba una autocrítica mucho mas grande que lo que paso de parte del gobierno. Para poder decir en esto que fuimos débil cambiemos. Sin embargo uno no la encontró .Bueno, tal vez si encontraron algún texto, pásenmelo así lo leo Y decía si no nos animamos a descubrir que a veces nos puede ir mal, nunca vamos a cambiar, nunca vamos a crecer.

Y por el contrario, pensaba otra cosa que tiene que ver con la salud. Donde mas allá de que uno diga: tarde, recién ahora; nos animamos a hacer autocrítica, nos animamos a descubrir que en esto somos débiles. Ahora hagamos camino, animémoslos a ayudarnos, esto es a lo que nos invita Jesús. Esa es la manera de crecer. Esa es la manera de descubrir que la debilidad es una ocasión para crecer todos juntos. Cuidándonos y acompañándonos .

Eso es lo que descubrió Pablo. Que este Jesús el hijo de José, el carpintero, lo hacia fuerte, aun cuando era débil, aun cuando había algo: “tres veces pedí a Dios que me quite este aguijón”. Se los traduzco, tres veces pedí a Dios que me quite este pecado, pero no pasa nada. Bueno, “me basta tu gracia”. En nuestra debilidad digámosle nosotros también a Jesús, me basta tu gracia.

(Domingo XIV durante el año, lecturas: Ez 2,2-5; Sl 122; 2Cor 12,7-10; Mc 6,1-6)

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