martes, 15 de junio de 2010

Nota: "La Buena Noticia de Jesús"

Poco después de comenzar su predicación encontramos esta frase de Jesús en el evangelio de Lucas: "También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado"(4, 43). Es decir, Jesús no se queda instalado en un mismo lugar o contento porque algunos lo escucharon y adhirieron a su palabra; sino que siempre está buscando algo más. ¿Qué es lo que está buscando? Más lugares donde predicar su Buena Noticia. Jesús descubre que hay muchas personas que están tristes, dolidas, desesperanzadas, y que necesitan buenas noticias. Y por eso parte, deseando encontrarse con nosotros para traernos paz, alegría, para sanar nuestro corazón.
Encontrarse con Jesús aporta un horizonte diferente a la vida, una dimensión más profunda, una verdad más esencial. Y cuando esto sucede nuestra vida cobra un sentido diferente. Aprendo a mirar de otra manera. Muchas veces pensamos como puedo hacer para encontrarme con él. Y sin embargo hay muchas formas sencillas de vivir esto. Con Jesús nos empezamos a encontrar cuando comenzamos a confiar en Dios como confiaba él, cuando creemos en el amor como creía él, cuando nos acercamos a los que sufren como él se acercaba, cuando defendemos la vida como él, cuando miramos a las personas como él las miraba, cuando nos enfrentamos a la vida y a la muerte con la esperanza con que él se enfrentó, cuando contagiamos la Buena Noticia que él contagiaba.
Hoy, quiero detenerme y referirme a esto último predicar la Buena Noticia. A veces parece que sólo se predica la Buena Noticia de Jesús cuando se habla explícitamente de él, sin embargo la misma palabra nos dice algo más. La Buena Noticia de Jesús fue traernos un nuevo mensaje de Dios, un nuevo rostro suyo. Y eso se explicitó en su forma de mirar, escuchar, sanar, perdonar, ayudar, etc. Gestos y signos de los más cotidianos pero que nos muestran un corazón que quiere vivir el evangelio. Nosotros somos portadores de esa buena noticia, y la hacemos carne cuando nos animamos a perdonar, cuando ayudamos a aquellos que lo necesitan, cuando escuchamos a quienes están solos, cuando miramos con cariño a los que Jesús pone a nuestro lado, cuando le sacamos al otro una sonrisa, cuando nos animamos a compartir las cosas buenas que nos pasan.
Jesús es nuestra Buena Noticia, porque al dar la vida y resucitar nos dio más vida. Nosotros nos convertimos en parte de esa buena noticia, cuando creyendo en él y por él, damos vida a los demás. Alegrémonos por esta Buena Noticia que Jesús nos trae y seamos testigos de ella.

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